El Castell Cartoixa de Vallparadís es una de las cinco sedes del museo de Terrassa. Alberga la exposición permanente, la cual muestra la evolución del territorio y la ocupación humana de Terrassa y su comarca, estructurada en los ámbitos:
- Medio natural, prehistoria y mundo antiguo
- Mundo mediebal
- Etapa moderna
- Etapa contemporánea
En la actualidad se expone una colección de tablas y retablos del Renacimiento y el Barroco, procedentes de retablos desmontados de los que tan solo se han conservado los plafones pintados. Este fondo temporal estará expuesta hasta febrero del 2010.
Este edificio data del siglo doce, cuando Berenger Sanlà y su esposa Ermessenda compran al conde de Barcelona,
Ramón Berenguer III la propiedad, donde construyeron su residencia fortificada. En el año 1345, Blanca de Centelles, descendiente del linaje de los fundadores, cedió la residencia a la orden religiosa de los Cartujos y como consecuencia de ello se instala en el castillo un monasterio llamado de Sant Jaume de Vallparadis.
Un enlace esplendido para realizar una visita virtual.
Y hasta aquí os cuento pues seguro que, quien tenga interés, encontrará mejores referencias en la red.
Ya veis, de nuevo en Terrassa pasando la tarde del sábado, adquiriendo un poco de culturilla, haciendo alguna mala fotografía para mostrar a las visitas y paseando por las calles de esta ciudad que nos tienen enamorados.
Por cierto, un parque que resuelve con maestría el tema de las barreras arquitectónicas.
El otoño cubre de diferentes tonalidades el parque.
Entradas
"En el año 2002 la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias elaboró un informe para llevar a cabo actuaciones para mejorar su diagnóstico y tratamiento. El informe concluyó que había que mejorar en el conocimiento biomédico del SPP, profundizar en la investigación de este deterioro progresivo y que el SNS tenía que poner en marcha mecanismos organizativos que dieran respuesta a las necesidades de los pacientes. Promover criterios diagnósticos y técnicas de evaluación comunes; información a los profesionales y a las asociaciones de afectados; elaborar un registro nacional que permita el conocimiento de cuál es la población afectada, su seguimiento y evaluación, especialmente en lo que tiene que ver con el grado de discapacidad". 
El sábado por la tarde alguien, a quien de pronto le ha entrado el gusto por la pandereta, nos pidió que la acompañásemos a Terrassa, donde sigue un cursillo de este denostado instrumento. La consulta en la red nos devolvió una respuesta interesante para visitar. Como no hubo la previsión de consultar el emplazamiento exacto del conjunto monumental, hubimos de esperar hasta las cinco de la tarde, hora en que la oficina de información municipal habría sus puertas. Un paseo por el núcleo histórico de la ciudad nos devolvió la imagen de un casco viejo cuidado en sus mas mínimos detalles. Comercios modernos con estética antigua, establecimientos de hostelería guardando una estética acorde con el entorno. Grupos de jovenes vendiendo castañas en las distintas y abundosas plazas, tal y como tocaba por el día en que estábamos. En fin, una hora de espera no desperdiciada. La pena es que estas tardes de otoño son tan cortas... lo cual, unido a un despiste a la hora de recuperar el coche, (estaba en zona azul y se había de reponer el tique), hizo que llegásemos al lugar cuando el sol ya decaía. Esto no fue un problema para disfrutar del conjunto de las Iglesias de Sant Pere, pero si para traernos un reportaje gráfico con un mínimo de calidad para ser mostrado a las visitas. No obstante dejo un par, que arregladas un poco, dan una idea del magnifico recinto objeto de nuestra visita. 
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