Dos horas llevo dándole vueltas a la cabeza, pensando con que construir un apunte en esta se-mi abandonada bitácora. Pensé en un primer momento en hacer una reflexión de las cosas que el pasado mes acontecían a escasos cien metros de casa , si, en el callejón donde muchas veces llevo a saltitos a corretear, pero desistí. Leyendo el resultado de la noticia, me pareció una continuación de los relatos de "La ma de Fatima", novela que tengo entre manos. Entre las andanzas del morisco Hernando y las de estos, han pasado más de cuatro siglos, pero... Demasiado para mi capacidad de análisis.
Después he pensado que más valía que hablase de las fechas que se avecinan. Quería construir un articulo maestro explicando el significado y el origen de la Navidad. Demasiado para mis escasos conocimientos. Además, de eso ya se encarga la sabelotodo de la Wikipedia. Como mucho yo puedo decir que es para mi esta festividad cristiana. Salvando las motivaciones religiosas, de las que yo carezco, la Navidad es reencuentro, fantasía, ilusión, (caga tió, reyes), doce campanadas, amigos, uvas, turrón, (del blando), luces, pesebres, (por cierto pasad por el blog de yeetuu!!! y apuntaros al concurso de belenes que nos propone, yo pienso hacerlo) ¡villancicos!, que seria la navidad sin ellos... Pero también es derroche, hipocresía, tristeza, soledad, aun rodeado de gente se asoma, faltan los protagonistas, los más importantes, Rosa y Máximo.
Quise más tarde reflexionar sobre la adolescencia, pero me resulto demasiado complicado para mi estado de apatía mental. Si; después de escuchar, sin intención de hacerlo, la conversación, bueno más que conversación, monologo, de un hijo con su padre, en unos grandes almacenes a los que acudí para reponer un poco mi escaso guardarropa.
El padre mostraba una pieza de ropa, el hijo, de entre trece catorce anos, le espetaba: no hace falta que te esfuerces, diré que no a todo lo que tu me enseñes. Transcurridos treinta y tantos minutos nos volvimos a cruzar, en un nuevo establecimiento, y el padre seguía insistiendo:
-Este es de marca
-Si, de marca no te fijes- respondía el niñato.
Jesús, pobre padre. A todo esto, la mujer que los acompañaba reía burlona. Yo mantengo que, o no era la madre de la criatura, o se tomaba la batalla entre padre he hijo con mucha, mucha, filosofía. Y es que las familias cambian mucho.
Pienso ahora, que de haber tenido mejor predisposición mental para la creación literaria, esto me hubiese dado para tres apuntes. Pero la realidad es que la "pertinaz sequía de ideas que me acontece", no da para más.
De regalo dejo un villancico, por si alguien pensaba ahorrárselo. Eso si, en la voz de un maestro.
...Estoy soñando con una blanca navidad
Con cada tarjeta navideña que escribo
Pueden ser tus días felices y brillantes
Y pueden ser blancas todas tus navidades...
10 comentarios:
Por que no un magnífico paseo virtual que nos aconseja Senovilla.
http://www.pixelcase.com.au/vr/2009/newyork/
En ello estaba cuando recibí tu recomendación
Pues Fermin a mi me parece una entrada la mar de guapa. Ya quisiera yo... jajajaja fijate que solo subo videos y fotos y hala! listo y puesto!!! las ideas yo creo que se me fugan por las orejas :)))
Biquiños
Y todo esto a pesar de la pertinaz sequía, pues vaya una entrada más bonita que te ha quedado, a poco que te has "estrujado" el coco. Te ha quedado bien jugoso.
Un abrazo.
Pues para no decir nada.... lo dijiste todo
Bien expresados tus pensamientos, eso es más valioso que una entrada muy elaborada y cargada de enseñanzas. A mi me han llegado y seguro a todos tus lectores tambien, da gusto leerte.
Un saludo.
Fermín, a través de tus palabras te dejas ver. A mí me parece que ya te conozco un poquito más y eso vale muchísimo.
Un saludo desde el rinconcito lluvioso.
Records des de Roma!
Fermín, lo mejor de entradas como ésta, es que te hacen sentir como de la familia. Me ha resultado muy curioso lo del caga tió.
Un abrazote enorme, me ha encantado tu entrada.
Vaya con el que está en sequía de ideas!!! te aseguro que mis sequías son de las de verdad, nada de nada... las tuyas dan para mucho, Fermín.
Un saludo
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