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domingo, 7 de marzo de 2010

El jardinero de las palabras.

Llibre d'oracions. Editorial Òmicron. Portada: Olga Xirinacs i  Díaz, Paisatge Amorós.

Su nombre Joan, el hombre tranquilo, mi amigo. Casi todas las mañanas me lo tropiezo intentando, junto a su compañero inseparable de trabajo... curioso, ni siquiera se cual es su nombre. Así somos, así  soy. Del próximo encuentro no pasa que pregunte. Ambos dos, junto a su furgoneta y sus herramientas intentando hacer mas agradable para todos los vallenses nuestra ciudad. Difícil tarea. Entre el vandalismo de unos y la falta de respeto por las zonas verdes por parte de todos, cada día se encuentran con una nueva sorpresa. De esto y de otras muchas cosas solemos platicar, disfrutamos arreglando el mundo, como el gusta decir. La conversación con el jardinero tranquilo me gusta, no solo porque coincidamos en muchas cosas, también porque me aporta puntos de vista diferentes a los míos y, ¡que caray!, porque hace... yo que se cuanto tiempo, somos amigos. Yo, y esto es un secreto, envidio a Joan. Si, le envidio porque él, a parte de cultivar con maestría los jardines de mi ciudad, cultiva las palabras, las riega, las abona, las trasplanta y le florecen. Si, le florecen. El próximo día siete de abril, en la Librería Ona de Barcelona, presentan su primer jardín de palabras en solitario, Llibre d'Oracions. Ni que decir tiene que, a pesar de que este iletrado no consigue entender la poesía, adquirirá la obra y lo que es más importante, ¡la leerá!
La persona que, seguramente, más conoce a Joan, dice de él:
Joan Guasch es un poeta para rezarlo cada día, un poeta que aprendió poesía desde la cama cuando era bien jovencito. Se pasó muchos meses mirando a  la gente pasar sobre el puente de Cabré. Sabía cuando era hora de ir  a la escuela, qué días había mercado, el horario de entrar y de salir de los trabajos, de ir a comer y de cenar por el deambular de la gente arriba y abajo por el puente. Y observó tanto mientras tenia que estar estirado, que aprendió a describir lo que pasaba a su alrededor con ojos de quien todavía  debía vivirlo todo. Y hoy, después de unos cuántos años y de haber podido él mismo deambular por el mundo, ha recibido un precioso regalo de los dioses, su primer libro de poesía en solitario.

8 comentarios:

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

En solitario...
Eso significa que ha habido al menos una colaboración en otro.
Debe ser un gran tipo.

Campurriana dijo...

Siempre es interesante conocer a gente interesante, Fermín. Bonita historia y le deseo mucha suerte.

Almudena dijo...

Seguro, Fermín, que la poesía de ese libro te va a traer a la memoria muchos de los momentos vividos con Joan. La entenderás, vaya que la entenderás.

¡Qué regalo te ha hecho la vida cruzándote en el camino a ese jardinero!

Besucos.

Dean dijo...

Buena cosecha, ya que la buena poesía es alimento delicioso para el espíritu.
Un saludo.

Cèlia dijo...

Moltes gràcies Fermí, certament el Joan es el jardinero de las palabras, molt ben trobat, hi estic d'acord. Ara li dic que et llegeixi, li farà il·lusió!

Joan dijo...

Tinc l'honor que el Fermí em consideri amic seu. Per mi, ell és, a més d'amic, un mestre, una de les poques persones coherents que conec i un punt de referència en aquest poble que compartim i al qual ell ha dedicat moltes hores de la seva vida per fer-lo, des de la seva modèstia, una mica més vivible. Des del fons del cor m'han emocionat les seves paraules i les hi agraeixo, amb un parell de llàgrimes a punt de sortir. Espero veure'l aviat rebent els alumnes a la seva escola per estrènyer la seva càlida mà.

Anónimo dijo...

¡Qué historia tan preciosa, Fermín! ¡Qué suerte la de los dos! ¡Y qué suerte también la nuestra de poder conocerla y conoceros un poquito!

Gracias.

"(...) cultiva las palabras, las riega, las abona, las trasplanta y le florecen. Si, le florecen".

Y a ti, Fermín.

Juan Nadie dijo...

Hay mucha gente por ahí, aparentemente "invisible" y que tiene muchas cosas que contar. Me gusta este tipo de gente.

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