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sábado, 19 de junio de 2010

Aula de música tradicional i popular de Vila-seca

El mes de junio se caracteriza, entre muchas otras cosas, por ser el mes en el que acaba el curso académico. Eso es lo que el pasado viernes celebraban estos chicos del Aula de Música Tradicional y Popular de Vila-seca.

"El Aula de Música Tradicional y Popular es un programa puesto en marcha por el Centro de Promoción de la Cultura Popular y Tradicional Catalana del Departamento de Cultura y Medios de comunicación de la Generalitat de Catalunya y concebido para la formación y promoción de la música y los instrumentos tradicionales. Su objetivo es proporcionar una formación artística en el campo de la música tradicional que garantice la máxima calidad y un conocimiento completo del contexto". 

Así definen sus creadores este proyecto.
La conservación de las tradiciones, en este mundo que cambia tan deprisa, es un esfuerzo que debiera ser apoyado por todos; especialmente por los ayuntamientos, programando en sus fiestas locales, a los grupos que investigan y que cultivan las músicas tradicionales. A veces miro con envidia la cornisa cantábrica que tan bien apoya este tipo de eventos en innumerables festivales. Durante esta semana, en Valls, celebramos las fiestas de Sant Joan, en las que, en otros tiempos, se celebraba una feria de música tradicional que alcanzó una gran relevancia. Desgraciadamente dejó de programarse como tal para "integrarse en el conjunto de actos de la fiesta". Tan integrada que ha acabado diluyéndose y quedando  relegada la música tradicional a la mínima expresión. Y como en Valls en la mayoría de pueblos y ciudades de Catalunya, con loables excepciones.
Difícil tienen estos chicos/as mostrar sus habilidades si no cambian las cosas. 




Para ser su primer año no está tan mal. Amor de padre.



Lo del canto  lo lleva mejor, creo.

Esta afición le viene; precisamente, de las muchas horas que pasamos recorriendo los diferentes escenarios de la muestra de música tradicional que en aquellos tiempos, con apenas siete u ocho años, se celebraba en nuestra población. Se quedaba embobada escuchado los sones del sac de gemecs, acordeones, grallas... en fin... eran tiempos mejores para la música de raíz.

3 comentarios:

El tejón dijo...

Está pero que muy bien, a mi me ha gustado mucho.
Hay que animar a esta gente.

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Me gusta y me alegra que haya gente joven que sepa llevar el legado.

Anónimo dijo...

No, no es amor de padre. Para llevar sólo un año, lo hacen requetebien. Me gusta.

Gracias por compartirlo, Fermín. Y zorionak a los dos.

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