Encontrando el norte.

Una vez comprobado que el norte sigue existiendo y que nos regala bellas imágenes de "Picos" nevados y verdes colinas, regresamos al este con el impacto de los momentos soñados aun frescos en la memoria. Cenas familiares, largas tertulias, recuerdos de lo que en un tiempo no tan lejano, por lo fresco que lo tenemos en la memoria, eran las "nocheviejas" de nuestra infancia. Recuerdos para los ausentes, anécdotas, discusiones sobre si esto o aquello ocurrió en tal o cual fecha... pura vida familiar. Tan solo me faltaron ellas, pero la vida es así, te da pequeñas alegrías nunca completas, se me han hecho mayores y ya vuelan solas.

Nuevos miembros en la familia y el orgullo del los tío-abuelos...



...solo comparable al de los abuelos


Preparados para la cena, tan solo falta el fotógrafo.

Después vendrían los largos paseos por paisajes añorados, descubrimientos de personajes de novela, algún rincón desconocido, descubierto de la mano de esos fabulosos conocedores de su entorno que son mi hermano José Angel y mi cuñado Jose, planes para veranos sospechados, la rama vasca de la familia... Pero eso lo dejamos para otros capítulos.