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sábado, 14 de marzo de 2009

Una nueva batalla... y un aniversario

Lunes, 14 de marzo de 1988, 7:15 de la mañana, el llanto espontaneo de la recién nacida retumbó en la sala de partos del Hospital de Santa Tecla, en Tarragona, para gozo y alegría de sus progenitores. Al igual que anteriormente su hermana, es menuda, muy menuda, 2,900kg, no es que sea una criatura excesivamente agraciada en sus facciones, mas bien es feucha, sin llegar al aspecto que presentaba su hermana al nacer. Ha sido un parto rápido, muy rápido, la medico casi no llega a tiempo para asistir a su nacimiento. Desde la ventana de la sala de partos la comadrona le ha gritado: -si no te espabilas la recojo yo-, a lo que ha respondido: -voy volando-. Las contracciones habían comenzado hacia las diez de la noche del día anterior y como ocurre siempre en estos casos, a pesar de que las fechas eran claras, cogió por sorpresa a la madre. La tarde había sido tranquila, nada presagiaba que el desenlace era eminente. Por suerte la hermana mayor ya hacía rato que dormía, hubiese sido difícil hacerle entender que ella no podía acompañarlos al hospital. A diferencia de cuando nació la primera ahora, desde hacia un tiempo, ya disponían de coche propio y no hacia falta molestar a ningún amigo, así que cogieron la canastilla y para el hospital falta gente. La primera exploración determino que la cosa iba para largo, la dilatación era escasa y las contracciones muy espaciadas, el nerviosismo de la madre aconsejaba un calmante, el efecto de este fue efectivo, muy efectivo, la noche transcurrió placida, sin contratiempos. La exploración de las seis de la mañana determino que el grado de dilatación era el optimo, pero no había contracciones, ¿el calmante?, nunca lo sabremos. Determinaron llevarla a la sala de partos y hacerla caminar para que el proceso siguiera su curso natural. Al padre le dijeron que se quedase tranquilo, que le vendrían a buscar en el momento oportuno. Fue el único momento en que los nervios afloraron en él. El no saber que estaba pasando lo desasosegaba sobre manera, temía que al final no le dejasen asistir al nacimiento de la criatura, por lo cual había pagado unos buenos dineros, sacándolos de donde no los había, en una póliza de seguro de una mutua privada. La póliza incluía esto y otras cosas más, como habitación individual, no se cumplió. A las pocas horas del nacimiento y mientras estaban disfrutando de la recién nacida, les colocaron a una niña, de tan solo quince años, que estaba llevando mal, muy mal, los prolegomenos de su maternidad y claro, le pidieron, eso si, muy amablemente, si podía abandonar la habitación. Por solidaridad con la prematura mamá y su familia, así lo hizo, más tarde elevaría su queja a la compañía aseguradora. Todo fueron disculpas y un precioso regalo para la mamá... El echo de que en la sanidad pública, en aquellos momentos, no se permitiese la presencia del padre en la sala de partos y su deseo de asistir a tan importante acontecimiento, ademas de el deseo de ella de no volver a sentirse tan sola y abandonada, como había ocurrido en su primera maternidad, fue el motivo que les indujo a elegir la sanidad privada para el nacimiento de su segundo vástago. Para ello tuvieron que tragarse su orgullo militante, no había opción.
Aquella criatura hoy cumple 21 años y esta es la batallita que su papá le dedica.
Per molts anys Alba.

6 comentarios:

Cèlia dijo...

L'Alba ja té vint-i-un anys? Si era una nena que jugava a bàsquet! fes extensiva la felicitació: Per molts anys!

Anónimo dijo...

Pues aunque no nos conocemos, te deseo muchas felicidades, Alba.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Uy, llego con un día de retraso, pero supongo que a tiempo de decirle a Alba MUCHAS FELICIDADES!! Ahora, Fermín, me dirijo a tí: nueVa, con V! ;-) Los niños cuando nacen son siempre feos, no?? Mi padre decía que cuando nací era como E.T. jajajaja Muchos besitos

Merce dijo...

Muchas FELICIDADES y que cumplais juntos muchos mas!!! Alba, tu padre recuerda el proceso como si fuera ahora mismo, como si solo tuvieses apenas unos meses de vida, lo que es la mater-paternidad... y que bonito es disfrutarla a vuestro lado :) al lado de los hijos, en toda su plenitud.

Felicidades a todos, biquiños gallegos :)

Jose Antonio dijo...

Transmite mis felicitaciones a tu siempre "nena", eso no cambiará nunca.

Saludos Cordiales.

Moisés P. dijo...

me sumo a las felicitaciónes, aunque con un poco de retraso. Fermin,,magnífica entrada para homenajear a tu hija y a su madre.
Saludos

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