Una mirada al río (II)

"Me gustaría que esta entrada tuviera continuidad en otros "blogs". En tiempos de desencuentros, busquemos lo que nos une. Si tienes fotos del Ebro o el río pasa por tu comunidad, haz una entrada y enséñanoslo". (Tejón, en La Cueva del Tasugo)

Dejamos atrás el magnifico mirador al delta que nos proporciona el Caro y entre cultivos de olivos y algún OVNI que se nos coló en la imagen, hacemos camino a Tortosa.
De inmediato nos dirigimos al castillo de la Suda,  (según la denominación que le dan los autóctonos, o de la Zuda según otras fuentes), hoy reconvertido en parador  de turismo. La vista del río es inmejorable desde su elevado emplazamiento.

Tal vez este castillo merezca una referencia en exclusiva, por su historia y por su espectacularidad. Tan solo reseñar que entre sus muchos atractivos históricos alberga la única acrópolis árabe  al descubierto de Cataluña.

Con pena abandonamos la milenaria ciudad, inmersa en su gran "Festa del Renaixement". No sabíamos que eran estas sus fechas, pero el objetivo seguía siendo  la mirada al Ebro.
Por la carretera C-12; bordeando el canal de la derecha, entre campos plagados de naranjos, nos dirigimos a nuestro siguiente destino: Amposta.

Atravesamos a la orilla izquierda del río por el "Pont Penjat", (obra del arquitecto J. Eugenio Ribera en 1920 y recientemente restaurado), no sin antes darle una nueva mirada al cauce del Ebro.

Resiguiendo, esta vez el canal de la izquierda por la TV-3454, nos dirigimos al tramo final del río. Bordeamos Deltebre y La Caba y por rectas impresionante-mente planas y campos de arrozales buscamos la desembocadura.

Tere aprovecha este tramo para dar una cabezadita. A estas alturas la tengo ya destrozada.
En el embarcadero de la  "Illa de Buda" estamos tentados de embarcarnos en el crucero que, desde este lugar, sale hasta la barra de la desembocadura. Cambiamos la idea por un paseo a pie.

Una atalaya desde donde contemplar la desembocadura y todo el humedal del delta, zona de importante nidificación de multitud de especies.

Y por fin, girando la vista a la izquierda, aparece ante nuestros ojos el lugar donde el río va a morir. ¡Nuestro objetivo estaba cumplido! Si Tejon nos mostraba el inicio del cauce más  largo de nuestro país, nosotros alcanzábamos su final .(Rectifico: El segundo cauce más largo, tras el Tajo. Lo acabo de descubrir)