Los mejores spots publicitarios

Acaba de terminar la bonita etapa del Tour que nos han deparado los corredores, sobre todo los españoles, (lastima que Valverde no haya podido rematar), Al final el vencedor ha sido el italiano Riccardo Ricco, del equipo cántabro Saunier Duval.
Dicho lo cual; me dispongo a dar continuidad a la cadena que me propone Senovilla, desde su plataforma Pensamientos JFS. Entiendo que la propuesta es realizar un escrito sobre el spot publicitario que más nos haya impactado. En esta categoría situaría varios, todos ellos de mi época infantil y primera juventud. He pasado un buen rato intentando encontrar un anuncio memorable, en el que era protagonista Tony Leblanc, humorista que hacia las delicias en la tele en blanco y negro de mi infancia. El anuncio de marras era de una lejía, "lejía el Herrero, lava la señora, lava el caballero". Este era el mensaje central, no he conseguido encontrarlo. Otros míticos mensajes, pudieran ser: el del Cola-cao, el Filomatic de Gila, aquel de la moza y el caballo trotando por la playa, si, si, el del "Centenario Terry", el de Bic naranja, Bic cristal, dos escrituras..., el de las muñecas de Famosa que se dirigen al portal, aquel que cada año volvía a casa por Navidad , el de la lotería del 22 de diciembre..., en fin, infinidad de ellos quedaron para siempre jamas en nuestra memoria y forman parte de la película de nuestras vidas.
Después de mucho dudar, y de ver mas de una hora de vídeos, he elegido una recopilación de la época del nodo. Aquellos anuncios que nos ponían, en el cine, en la media parte de las películas, al menos en el de mi pueblo. Como son cortos, no llegan al minuto, dejo tres más, tres míticas campañas institucionales: mantenga limpia España, consuma patatas y el mítico "vamos a la cama"; con el que, en mi casa, se acababa lo permitido y comenzaba lo negociable de la programación que se podía ver.
La fotografía que ilustra este eslabón de la cadena es un homenaje a la primera persona que me hizo un comentario en un escrito mio, en esto del blog. El tiene una verdadera obsesión con el Anís del Mono y con el Chiquito de la Calzada. Aunque hace tiempo que no actualiza y no se si me ha seguido en mi peregrinaje a este nuevo lugar, os recomiendo que lo visitéis, os aseguro, como mínimo, una sonrisa.