
La casa, de construcción típica de la zona; amplias solanas de madera trabajada, encaradas al sur, que descansan sobre robustos cortafuegos que conforman el soportal de la entrada, sólidos muros de piedra y amplios aleros en los tejados de rojas tejas, con la inclinación lógica de los lugares de abundantes lluvias. Una vez en el interior se intuía la enorme cocinona, donde antaño se desarrollaba toda la vida social de la casa al amor de la lumbre. Una escalerona de vieja pero cuidada madera llevaba al piso superior, donde fue alojado en una amplia habitación equipada a la antigua usanza de la zona: alta cama, arcón de madera labrada, palangana de porcelana sobre un mueble de madera con encimera de mármol y una jarra de cobre para el agua, que era tan solo decoración, pues a la derecha de la puerta de entrada había un pequeño pero completo baño. Sobre la mesita de noche un teléfono y una conexión a Internet parecían entrados con calzador en aquel lugar. Las contraventanas del gran ventanal estaban trancadas con un candado, -para evitar furtivas miradas al exterior y ver quien llega- le indico su cicerone al ver su mirada inquisitiva. -A partir de mañana retiraré el candado y podrá disfrutar de las magnificas vistas.-
Cuando se quedo solo comprobó que tenia cuatro horas hasta que se desvelase el misterio. Todas sus especulaciones serian desmentidas o confirmadas. Lo único que el "buscador de personas" le había revelado era que su anfitrión y sus compañeros, del largo puente de la constitución, fecha elegida para el encuentro, estaban relacionados con su época de estudiante en la Escuela de Formación Profesional, Miguel Pandero.
Comprobó que la habitación estaba equipada con un aparato de música en el que tan solo había un CD sin etiqueta. La curiosidad le picó y quiso comprobar que contenía. Al levantar el CD de la mesa apareció una simple nota que decía: Recuerdo perfectamente tus músicas predilectas de entonces, mientras llega el momento del reencuentro, relájate y escucha este "El Tiempo Vuela".
No especules, espera acontecimientos...
Fotografía: Casa rural "Posada Somavilla"
Cuando se quedo solo comprobó que tenia cuatro horas hasta que se desvelase el misterio. Todas sus especulaciones serian desmentidas o confirmadas. Lo único que el "buscador de personas" le había revelado era que su anfitrión y sus compañeros, del largo puente de la constitución, fecha elegida para el encuentro, estaban relacionados con su época de estudiante en la Escuela de Formación Profesional, Miguel Pandero.
Comprobó que la habitación estaba equipada con un aparato de música en el que tan solo había un CD sin etiqueta. La curiosidad le picó y quiso comprobar que contenía. Al levantar el CD de la mesa apareció una simple nota que decía: Recuerdo perfectamente tus músicas predilectas de entonces, mientras llega el momento del reencuentro, relájate y escucha este "El Tiempo Vuela".
No especules, espera acontecimientos...
Fotografía: Casa rural "Posada Somavilla"
3 comentarios:
Buenos días Fermín, mientras espero la fecha de mis siguientes vacaciones, vuelvo a mis costumbres, un café y la lectura de los blog que me gusta visitar...
Me has enganchado al relato... espero la siguiente parte...
El grupo Pekenikes fue telonero en el concierto de los Beatles en Madrid en el año 1965, lógicamente no estuve era una bebe... la referencia es para hacernos una idea del nivelon que tenían... de ellos es la canción "Palomitas de Maíz"...
Un abrazo
Los pekenikes, que grandes y que ritmo, yo los llevo en el coche y su música no ha perdido nada con el paso de los años.
Saludos.
Buena época aunque no es la mía, o sí. La verdad que soy un poco desenfrenado y me gusta otro tipo de musica con el mayor de los respetos hacia todos los gustos.
Saluditos, voy a ver si me estreno en el Proyecto. Aunque no me aclaro mucho con Blogger, siempre he utilizado Worpress.
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