El hombre, a lo largo de la historia, siempre ha tenido la necesidad de medir el tiempo. En un principio se guió por el día y la noche y por las fases lunares. Parece que el primer reloj salido de la inventiva del hombre fue el reloj, o cuadrante, solar. Dicen los que de esto saben, que los Chinos ya lo utilizaban 3000 años antes de Cristo. Egipcios e Incas hicieron, así mismo, uso de esta técnica. El inconveniente de este sistema era su nula utilidad durante la noche y en días nublados. Parece que los romanos usaban velas graduadas para medir las horas nocturnas.
Las Clepsidras fueron usadas por Babilonios, Egipcios y Romanos. Se guiaban por medio de agua que pasaba de un recipiente graduado a otro. Este método fue el antecesor del reloj de arena, invento del siglo III.
Sobre el primer reloj mecánico, las fuentes nos informan que apareció allá por la centuria del 1300, apuntando unos al "monje benedictino Gerberto (Papa, con el nombre de Silvestre II", y otros a "Richard Wasigford, abad de San Albano, en Inglaterra, que vivió hacia el 1326 pues al parecer la invención de Gerberto, después Silvestre II, papa, no era más que un reloj de sol".
El historiador Manuel Fernendez Álbarez, en su obra "Carlos V, el Cesar y el Hombre" ( Espasa Calpe 1999, ISBN 84-226-8919-7), nos muestra a un Carlos V gran aficionado a estos artilugios, hasta el punto de tener a su servicio, como relojero de corte, al ingeniero e inventor Juanelo Turiano.
La evolucion de este ingenio a sido una constante. Campanarios de iglesias, salones de casas particulares y lugares oficiales, adornando volsillos de chalecos, (mi padre siempre uso una de esos reloges de volsillo), destacando en la muñeca... El reloj que nos distingue... que nos esclaviza...
Recuerdo especialmente el reloj de cuco que tenia un vecino con quien pasaba muchas horas de mi infancia. Mi primer reloj me lo regalo mi hermano mayor, Salba, al regreso de una de las largas ausencias, que por motivos de trabajo, tanto prodigó en su juventud. Era, mas o menos, algo como esto:
Entre el primer reloj de sol y este, casi media tanta distancia, como entre este y el que el amigo Max, de "Aquí Estuve Ayer", nos mostraba en su propuesta.
Las Clepsidras fueron usadas por Babilonios, Egipcios y Romanos. Se guiaban por medio de agua que pasaba de un recipiente graduado a otro. Este método fue el antecesor del reloj de arena, invento del siglo III.
Sobre el primer reloj mecánico, las fuentes nos informan que apareció allá por la centuria del 1300, apuntando unos al "monje benedictino Gerberto (Papa, con el nombre de Silvestre II", y otros a "Richard Wasigford, abad de San Albano, en Inglaterra, que vivió hacia el 1326 pues al parecer la invención de Gerberto, después Silvestre II, papa, no era más que un reloj de sol".
El historiador Manuel Fernendez Álbarez, en su obra "Carlos V, el Cesar y el Hombre" ( Espasa Calpe 1999, ISBN 84-226-8919-7), nos muestra a un Carlos V gran aficionado a estos artilugios, hasta el punto de tener a su servicio, como relojero de corte, al ingeniero e inventor Juanelo Turiano.
La evolucion de este ingenio a sido una constante. Campanarios de iglesias, salones de casas particulares y lugares oficiales, adornando volsillos de chalecos, (mi padre siempre uso una de esos reloges de volsillo), destacando en la muñeca... El reloj que nos distingue... que nos esclaviza...
Recuerdo especialmente el reloj de cuco que tenia un vecino con quien pasaba muchas horas de mi infancia. Mi primer reloj me lo regalo mi hermano mayor, Salba, al regreso de una de las largas ausencias, que por motivos de trabajo, tanto prodigó en su juventud. Era, mas o menos, algo como esto:
Entre el primer reloj de sol y este, casi media tanta distancia, como entre este y el que el amigo Max, de "Aquí Estuve Ayer", nos mostraba en su propuesta.
9 comentarios:
¿Por qué le damos tanta importancia a los relojes si, según se cuenta en un correo que me envió Senovilla, cada ver que se mira uno (un reloj) marca una hora distinta?
M'encanten els rellotges solars, sempre que no passi com a Sant Pol de mar, que, per protegir-lo, li varen posar una visera per protegir-lo de la pluja i el sol i... és clar, no podien saber mai l'hora! Tot i que a mi... m'agradaria viure sense temps ni espai!
como reza el conocido dicho: "hasta el reloj estropeado acierta dos veces al día"
Salud,
¡Hola Fermín!
Me ha encantado el artículo, y la forma de hilarlo, más.
¡Un fuerte abrazo!
Yo sigo enamorado de los casio.
Y Eluogio es cierto, cada vez que miramos el reloj marca una hora distinta y aún no se porqué.
Saludos
Por desgracia, hoy en día el tiempo es una falta comun y casi todos necesitamos un reloj.
Y lo que dice nuestro amigo Senovilla es verdad "cuando miramos el reloj nunca marca la misma hora"
Besos y buena semana
Bonito artículo Fermín, la verdad es que en casa de mis padres tienen uno de pared y me pone muy nervioso con tanto tic tac tic tac, y luego el pajarito. Antes ni lo oía pues estaba acostumbrado pero después de 20 años de volar del nido, me resulta estresante.
Saluditos.
Somos exclavos del reloj.... yo siempre he pensado que las vacaciones que me gustaría tener serían aquellas en las que no necesitara el reloj (ni el móvil)... Conseguiré algún día disfrutarlas de esa forma?.... lo dudo..jajaja.
Un beso.
Yo me niego a llevar reloj desde que para preguntarme la hora me tratan de usted.
Saudiños :)
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