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sábado, 14 de junio de 2008

Si, me gusta el fútbol.

Gano la "roja", tal y como se ha dado en denominar últimamente a a selección española de fútbol. Y gano con épica, como siempre, desde que Marcelino le marcase a la "pérfida" Rusia. Hasta el último minuto los locutores de cuatro, mantuvieron la tensión , a punto estuvo mi maltrecho corazón de pasar los limites reglamentados por mi cardiólogo, si estos siguen así me habré de plantear verlos. Y ganaron a pesar de que se nos rompió el Puyi, y de que sustituyeron a Xavi e Iniesta. Si; que pasa, yo, como todo buen aficionado, también soy entrenador y lo haría mejor que el sabio de Hortaleza, pero ves, la Real Federación lo prefiere a él, pues que hagan su real gana, que para eso mandan. Dejemos el himno tranquilo, ya hay otros que lo comentan y a mi cada vez me da mas pereza eso de los símbolos patrios.
Pues si, me gusta el fútbol, a diferencia de otros deportes lo entiendo, creo que se interpretar su funcionamiento, y me gusta sobre todo en el campo. En el campo te obliga a estar más atento, no hay repetición de la jugada, ni comentarista que te explique el cuatro, cuatro, dos, ni ningún lance del juego.
He visto mucho Baloncesto, catorce años ininterrumpidos siguiendo a mis chicas, y sigo sin entender la mecánica del juego. Quizás por eso, desde que ellas lo dejaron no he vuelta a ver un partido, bueno si, a los chicos y chicas de la escuela, pero solo un momento para que no me lo echen en cara.
Lo único que encuentro a faltar, de esa época, es la relación con los otros padres, ¡que buenas amistades hicimos! También hubo alguna rencilla, porque la mía juega menos y la otra más, y es que no hay peor cosa que el amor filial para juzgar con justicia.
El deporte es buena cosa para quien lo practica, pero como espectadores es capaz de sacar lo peor de nosotros. Aun me sonrojo cuando recuerdo lo que estuve a punto de hacer en Banyoles, aquel tipo y su mala baba consiguieron sacar de sus casillas a una persona pacifica como yo. Cuando me cuentan, porque yo no soy consciente de ello, que tire por el suelo a dos fornidos compañeros, para ir en busca del contrincante, no me lo puedo creer. Dos semanas estuve hablando con la fotocopiadora, rojo de vergüenza, cada vez que me venia a la memoria el suceso.
Otra de mis pasiones deportivas es el ciclismo, cada año espero el Tour con verdadera impaciencia, pero ahora con el tema del dopaje, como telón de fondo, no es lo mismo. Entre todos han herido de muerte este bello deporte, unos por dejarse llevar por el todos lo hacen y los otros por experimentar con la salud de jóvenes deportistas. De todas maneras en el ciclismo está pasando, un poco, aquello de la mujer del cesar, que no solo ha de ser honrada sino parecerlo. Veremos en que acaba todo.

2 comentarios:

JP dijo...

Veo que al final te quedas por esta "casa". Ya me estaba liando entre los dos blogs.

Hasta pronto,
JP

Historias de JP

fermin dijo...

Tienes razón, puede ser un lío si mantengo los dos. Por tanto me quedo aquí.

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